¿POR QUÉ DUELEN LOS TALONES?
- P&P HEALTH
- 5 ene 2016
- 2 Min. de lectura
El dolor en los talones es una de las causas más frecuentes de consulta por la que se acude a fisioterapia. Este padecimiento puede afectar a personas de cualquier edad, siendo más usual en personas con las siguientes características:
- Sobrepeso
- Pie plano
- Pie cavo
- Deportistas
- Sedentaria
El dolor es una señal de alarma que genera el cuerpo cuando desea manifestar que algo no está funcionando bien. Si bien es factible corregir algunos factores de riesgo o las características que lo causan de manera quirúrgica, también hay ocasiones en las que un cambio en los hábitos de vida es la solución del problema.
El cuerpo humano está provisto de tejido conectivo el cual le da forma, sorpote, fuerza y continuidad a las estructuras que se encuentran al interior, es el que mantiene todas las piezas del cuerpo unidas. El tejido conectivo incluye a los huesos, el cartílago, los ligamentos, los tendones y la fascia. Siendo esta última el centro de discusión de esta publicación.
La fascia es una banda parecida a una membrana que envuelve e interrelaciona los músculos, órganos y demás estructuras en el cuerpo manteniendo, en condiciones normales, caracterísicas tales como fluidez, fuerza y elasticidad las cuales facilitan una mecánica corporal (movimiento) adecuado, sin dolor y funcional.
En el área de los pies es llamada fascia plantar y constituye un importante soporte estático del arco longitudinal del pie. En su porción central (aponeurosis plantar central) es gruesa y con fibras bien estructuradas en sentido longitudinal; se origina en las tuberosidades del calcáneo (hueso del talón). Su función es mantener de forma estática la forma de la bóveda/arco de la planta del pie.
Cuando trabaja de forma forzada o en condiciones de estrés excesivo como es el caso de las personas con sobrepeso, pie plano, pie cavo, deportistas o sedentarias, se produce una sobredistensión de sus fibras colágenas, con irritación de terminaciones nerviosas, en especial en las inserciones junto al hueso, sobre todo en la inserción en la tuberosidad interna. Su patología se manifiesta en forma de un dolor de características mecánicas, que puede ser en uno o en ambos pies, situado en la zona anterior y medial del talón, que se diferencia del espolón por extenderse hacia la planta del pie. A esta inflamación se le llama fascitis plantar.
Cuando la fascitis plantar no es tratada de manera inmediata, genera a largo plazo dolor selectivo en un punto del calcáneo que se agrava con el apoyo debido a la formación del espolón calcáneo, prominencia ósea que puede aparecer en la parte interior del talón (calcáneo) como consecuencia de sobrecarga excesiva y continuada de la fascia plantar. Al someterse a estrés excesivo, la fascia puede calcificarse, formándose el espolón, el cual es bastante doloroso y dificulta el apoyo normal del talón.
En próximas publicaciones explicaremos la relación entre la fascitis plantar y el sobrepeso, el sedentarismo, el pie plano, el pie cavo y el deporte; además podrán leer sobre qué tratamientos mejoran o no esta condición, según la evidencia científica.
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