FASCITIS PLANTAR EN DEPORTISTAS

La fascitis plantar es una lesión generada por sobreuso, es comunmente visto en los atletas que participan en deportes de alto impacto, o en personas que pasan largos períodos de tiempo de pie. Esta lesión se produce cuando la 'aponeurosis fibrosa' o fascia de la planta del pie asume una fuerza mayor de lo que fisiológicamente puede soportar. Si hacemos memoria, la fascia es la que le da sostén y forma a las estructuras del cuerpo, entre ellas los músculos, así que la debilidad de los mismos generará una sobreestimulación de dicha fascia durante las actividades de la vida cotidiana, es por esto que no sólo los deportistas padecen este tipo de inflamación.

Una vez se ha originado la fascitis plantar hay riesgo de que el arco de movilidad articular hacia la flexión del tobillo o dorsiflexión, disminuya. ¿La razón? A medida que la fascia se tensa y progresivamente, se inflama, el cuerpo empieza su ciclo de compensaciones para recuperar el confort perdido, es así como poco a poco se elimina la fase de apoyo de la marcha la cual inicia con el apoyo del talón, en este caso la zona dolorosa. ¿Quién en sus cinco sentidos quisiera apoyar el talón si siente dolor? Nadie, por lo tanto la fase de apoyo es realizada apoyando completamente el pie o en casos crónicos, las personas empiezan a caminar en la punta de los pies. Al perder los rangos de movilidad hacia la flexión del tobillo por evitar el dolor que genera apoyar el talón, se da un aumento dramático de posturas que requieren mayor cantidad de energía corporal, además del aumento de la inflamación de la zona al favorecer el acortamiento de la fascia.

En los deportistas la dificultad no está en la debilidad muscular sino en el desgaste de la fascia por sobreuso. La fascitis plantar es la lesión musculoesquelética más prevalente entre los deportistas. Durante la fase de apoyo, el talón es el primer punto de contacto que tiene que absorber el impacto de hasta tres veces el peso corporal total. La capacidad de absorber y transmitir este impacto depende de la capacidad de recuperación de la fascia plantar, la almohadilla grasa plantar y los músculos intrínsecos del pie. Con el envejecimiento o el uso excesivo, prolongado y repetitivo, la capacidad de absorción de la fascia y la grasa de la almohadilla plantar tiende a disminuir, y esto podría explicar por qué los deportistas son más susceptibles a tener fascitis plantar en comparación con otro tipo de lesiones. Sólo un buen estiramiento, posterior al entrenamiento, podría mejorar las condiciones de los músculos y de la fascia que los envuelve.

¿Han escuchado hablar alguna vez sobre los estiramientos? Pues bien, el estiramiento es una importante modalidad terapéutica la cual permite aumentar la amplitud del movimiento articular. Ha habido una amplia investigación sobre los efectos de varios programas de estiramiento que han documentado la eficacia clínica de estas técnicas en la modificación de la flexibilidad. El estiramiento reduce la tensión en la fascia, la cual ha sido generada por el proceso inflamatorio. Este estiramiento debe realizarse de manera específica con el fin de liberar la restricción fascial y restaurar la longitud del tejido de manera lenta y progresiva. El estiramiento suave y sostenido permitirá disminuir las adherencias patológicas y suavizar la fascia, lo que puede ser inminente para el suministro de sangre al tejido lesionado. Además, es relevante darle atención también al estiramiento de los músculos de la pantorrilla los cuales han permanecido contraidos durante la marcha antálgica adoptada por el paciente para evitar el contacto del talón con el suelo.

Este tipo de estiramiento específico hace parte de las Técnicas de Terapia Manual que realizan los fisioterapeutas, como parte del protocolo de intervención en los casos de fascitis plantar.

En próximas publicaciones se explicarán los hábitos que debemos adoptar para evitar la inflamación de la fascia plantar y algunas estrategias para mejorar o disminuir el dolor en el caso de quienes ya presentan síntomas de fascitis.